Saturno y Júpiter son en astrología los llamados cronocratores, los señores del tiempo. Por mucho tiempo fueron los planetas más externos en el sistema solar, lo que representó un peso muy importante en relación con sus significados en el mundo. Desde tiempos inmemoriales sus trayectorias han sido estudiadas por los astrónomos y astrólogos, por las tremendas coincidencias que ocurren ahí.
En el tiempo antiguo, Saturno era el regente maléfico de una carta astral. No se le veía suavizado como lo hacemos (un poco) ahora, ni tenía auspicios buenos cuando estaba en aspecto con otros planetas en el cielo. Al contrario, Júpiter era benéfico, expansivo y traía regalos por doquier.
Cuando Júpiter y Saturno conversan en el cielo, cosas grandes suceden. Desde tiempos inmemoriales se conoce su unión como una gran conjunción, lo que augura y auspicia cambios de ciclos y manifestaciones en el tiempo. Tan grande era el efecto de estos planetas en el mundo antiguo, que decisiones como la inauguración del David de Miguel Ángel se alinearon con esta gran conjunción.
Los ciclos de Júpiter y Saturno han sido estudiados por diversas áreas de la astrología, especialmente la financiera. Se ha observado que estos planetas tienen directa relación con los ciclos de contracción y expansión de los mercados mundiales, especialmente por el cambio de creencias que conlleva la maduración de un ciclo sinódico de estos planetas.
Júpiter y Saturno se demoran 20 años en hacer un ciclo, que comienza con una conjunción (0º entre ellos), luego una cuadratura (90º), una oposición (180º), una cuadratura saliente y luego otra conjunción. Estos ciclos se repiten en elementos, que van cambiando cada 80 años.
Así se ve una gran conjunción en el cielo realmente.
Saturno en Piscis en cuadratura a Júpiter en Géminis: 2024-2025
La cuadratura de Saturno y Júpiter es la primera luego de la conjunción inicial que tuvimos en diciembre de 2020, en el grado 0 de Acuario. Esta es la primera que tenemos en signos de aire, luego del cambio breve que vivimos entre 1980 y 1981 en el signo de Libra.
Saturno en Piscis nos ha venido a mostrar el límite de muchas cosas que no estaban evidentes en nuestras vidas. Este signo se relaciona con el místico, el sanador, el que siente empatía por todo el mundo, pero que también puede caer en su propia trampa al evadir responsabilidad o no actuar con claridad.
Saturno en Piscis es un tiempo para formalizar el sentido, para darle espacio a la realidad intangible, para poder entender nuestros dolores más antiguos, para dejar de pensar que el resto tiene la culpa, para disciplinar nuestro espíritu y darle forma al nuevo camino. Será un momento en que podamos internalizar que somos dios, por lo tanto que merecemos una segunda oportunidad.
Júpiter en Géminis, a su vez, desea expandirse a través del encuentro con hechos y nuevos conocimientos. La fe para esta posición astrológica se basa en lo que podemos descubrir: el dogma es lo que podemos cuestionar, más que creencias sin asidero.
Este tránsito es ideal para encontrarnos con nuevas formas de llevar el mundo a través de herramientas descubiertas. Es también una era donde la información se hace clave para poder ganar valor en el mundo.
La confianza en los hechos de Júpiter en Géminis pone en entedicho lo que Saturno en Piscis viene a mostrar. Nos entrega la posibilidad de cuestionar y darle forma a cosas que no la tenían, pero también nos pone el freno respecto a sueños que no tienen asidero.
El cuestionar nuestras propias capacidades, entendiendo las limitantes inconscientes de lo que aparece es clave para esto. Entender que los sueños no son posibles si no hay trabajo de por medio tampoco. Saturno en Piscis nos pide claridad ante lo que no podemos ver, tanto emocional como psíquicamente.
Este es un punto de inflexión entre lo que en diciembre de 2020 apareció como posibilidad: la economía digital, la presencia a través del internet y la inteligencia artificial. Esta cuadratura a nivel global nos muestra cuánto ha ido cambiando el valor que le damos a lo real y lo virtual.
Muchas ideas y muchos impulsos que queramos iniciar o emprender se verán frenados por la presencia de Saturno. Lo que no tiene asidero, lo que no puede materializarse o que debe irse, presentará una claridad o un cuestionamiento. Los hechos no reales, los fraudes o engaños también tendrán un punto de inflexión en este tiempo. Se nos piden que cerremos ciclos a cosas que no son productivas y que no están dando los resultados que esperamos.
Esta cuadratura se dará por primera vez el 19 de agosto, la veremos por segunda vez en diciembre y por tercera vez en junio de 2025. Estos momentos serán tomas de pulso claras en relación con lo que vamos a materializar y soltar, y también cómo vamos a darle forma a lo que estamos construyendo como nuevo camino.
El cambio colectivo de creencias y dependencias económicas mundiales nos hace buscar una adaptabilidad en nuevas formas, cerrando lo que ya no tiene poder o que ya no tiene posibilidad actualmente. Es también un gran momento para lanzar campañas firmes ante la contracción económica, sin perder la fe en que las cosas mejorarán luego de la salida de este ciclo.
Las claves de este tránsito son la mesura y la prudencia, así como el ser realistas en lo que está pasando. No todos los caminos son posibles, así que es importante buscar enfocarnos en lo que podemos controlar y soltar lo que no podemos.
Si sostenemos la restricción de caminos, las frustraciones y confiamos en el proceso, trabajando duro por lo que nuestras creencias nos muestran, podemos surfear este tránsito con un gran crecimiento y maduración de lo que es realmente importante.
Segunda cuadratura de Saturno y Júpiter, 24 de diciembre 2024
Esta segunda cuadratura se dará con Júpiter en retrógrado y Saturno directo. Esto nos llama a conectar con la posibilidad de pulir un propósito y de darle vida a nuevas situaciones que se están asentando con el paso de Lilith en Libra opuesto a Quirón en Aries.
Algo que está demostrando una liberación, reequilibrio o sanación respecto a nuestra identidad adquiere balance gracias al trino de Júpiter en Géminis y su cuadratura con Saturno. Es posible que los caminos que hayamos abierto a partir de agosto de este año tengan una reformulación o una manifestación clara, que podamos hacer tangible en los cambios que hemos vivido desde este momento en adelante.
La toma de pulso de la energía cósmica también está haciendo que despertemos algo que estaba acallado o que aparezca con claridad, por la oposición de Marte retrógrado en Leo y Plutón en Acuario. Algo que aparece moviliza lo colectivo y trae nuevas ideas, que con la cuadratura de Saturno y Júpiter se asientan y hacen claras.
¿Qué ideas o creencias nuevas aparecieron posibles en agosto? ¿Qué opciones se hicieron posibles como caminos que hoy se materializan? La posibilidad de pulir y reafirmar este camino, con el aspecto de Mercurio en Sagitario a la energía de Saturno y Júpiter nos dice que este es un momento de expansión medida, estudiada, entendida, analizada y posibilitada por todas las vueltas desde agosto a la fecha.
Donde tengas a Géminis y Piscis en tu carta es donde se demostrará lo que se ha asentado y con qué criterios puedes jugar hoy. Donde estén Leo y Acuario en tu carta es donde verás lo que se despierta en relación a esto que se asentó.
Observa desde agosto a la fecha qué has transitado, qué has dejado atrás y qué opciones se han hecho posibles. Verás con mucha fuerza que algo floreció y que hoy puedes ver sus primeros resultados. Todo lo que estamos viendo aparecer tendrá un resultado final en junio de 2025, cuando Saturno y Neptuno en Aries hagan cuadratura a Júpiter en Cáncer.
Te deseo unas hermosas fiestas de fin de año, mucha compañía y mucho amor. Recuerda que si quieres atenderte conmigo, puedes agendar este 2 de enero en esta página una sesión conmigo. Este 28 de diciembre lanzaré mis predicciones de fin de año en Youtube, para que estés atenti.