Durante la primera parte del 2025 veremos ocurrir tres veces la unión entre Venus, el planeta regente de Tauro y Libra, y Neptuno, el regente de Piscis. Como ya estamos en sombra preretrógrada de Venus, todo lo que puede estar ocurriendo hoy es un llamado a validar de una manera distinta lo que nos importa y lo que deseamos, que veremos manifestado de forma concreta en junio de este año.
El cosmos está teniendo cuatro danzas importantes en este momento: la oposición entre Marte y Plutón, la cuadratura entre Quirón y Marte retrógrado; la cuadratura entre Saturno y Jupiter, y la conjunción entre Venus y Neptuno. Un cielo decidor y con mucho desafío de cambio claro de una etapa del mundo hacia otra.
La energía del cosmos demarca manifestaciones concretas de la renuncia a viejos caminos, con la aparición de rumbos que hemos estado empezando a concretar desde octubre de 2024. Estamos alineando y cortando con lo que ya no forma parte de nuestra vida, para poder realmente iniciar capítulos significativos en otros ámbito de nuestra experiencia. Esto también es visible en la gran energía que estamos viendo a nivel geopolítico. El mundo está cambiando a pasos gigantescos.
Venus retrógrada en Aries y Piscis: marzo-abril 2025
El camino de Venus en retrogradación es uno de los ciclos más antiguos descritos por los astrónomos y astrólogos, esto debido a su perfección en tiempos y también por la precisión en el involucramiento de cosechas y ciclos de la tierra. El paso y medición del ciclo de Venus en el cielo contempla un pentagrama, en donde cada punta exterior representa una conjunción con el Sol.
El viaje de Venus se repite cada ocho años en el mismo lugar, donde la vemos retrogradar para iniciar un ciclo respecto a nuestro deseo, valores, intereses y relaciones. Desde el 2 de marzo al 12 de abril, veremos a Venus devolverse desde el signo de Aries a Piscis.
Un proceso retrógrado es un efecto visual en el cielo, que tiene relación las diferencias de movimiento entre los diferentes elementos del sistema solar. En este caso, cuando la tierra avanza o ve avanzar un planeta en su órbita, vemos como si se estuviese haciendo una Z en el cielo, cuando no realmente es así.
En astrología la retrogradación nos habla de devolvernos, recapitular, comprender, revivir, integrar de otro modo, visibilizar o traer a la conciencia algo que puede estar negado, oculto o incluso olvidado respecto a la energía del planeta que retrograda. En el caso de Venus, todo lo vemos en asuntos relacionados con el deseo, valores, intereses y relaciones.
Este retrógrado de Venus estará involucrado en la primera temporada de eclipses del año. Podremos ver su influencia muy poderosamente en el eclipse de Sol en Aries que tendremos el 29 de marzo de este año, el último en la serie Aries-Libra que comenzó en 2023.
Afírmate los calzones, porque el eclipse del 29 de marzo le cae en la casa 8 a Donald Trump.
Los últimos grados de Piscis y los primeros de Aries son lugares muy kármicos del zodíaco, que demarcan la conexión con el todo. Estos grados estarán muy involucrados en los próximos eventos cósmicos, lo que sugiere que estamos dejando atrás algo muy profundamente arraigado en nuestras vidas, disolviendo etapas de las que nos ha costado desprendernos o también hemos encontrado un punto de inflexión en el sentido y propósito de nuestras vidas.
Venus será protagonista de estos movimientos, pues conversará con Neptuno y el Nodo norte en tres ocasiones: el 1 de febrero en sombra, en Piscis (28º), el 27 de marzo retrogradando en Piscis (29º) y el 2 de mayo, directa en Aries (1º). Todo esto marca un ciclo en donde algo es dejado atrás para que aparezca algo nuevo.
Es posible que durante las fechas en las que Venus, Neptuno y el Nodo norte se reúnan en Piscis vivamos una pérdida o vivamos un sacrificio para poder hacer que otra cosa aparezca en nuestras vidas. Algo que podemos estar soltando le está haciendo espacio a otra cosa: una nueva relación, una nueva creencia, un nuevo negocio, una nueva apariencia, una nueva faceta de nuestra creatividad, una nueva relación con la divinidad, una nueva manera de expresar el goce y el deseo.
Todo lo que podemos estar sintiendo que se va en este momento puede tener un sentido trascendente y espiritual. Podemos estar rindiéndonos ante la idea de la confusión y el caos de Piscis expandido, permitiéndonos explorar la incertidumbre con el objetivo de encontrar algo más, algo nuevo, algo que ya sabemos que es pero que debemos inspirarnos para traerlo a la vida.
Con el aspecto a la retrogradación de Marte, Venus en conjunción a Neptuno en Piscis nos está haciendo recordar algo para poder soltarlo definitivamente. La renuncia a la tribu, a la zona de confort, a la concepción de familia, origen o núcleo nos permite encontrar facetas nuevas de nuestra experiencia, dándonos consciencia de cómo se siente ser y desear distinto.
Este es un tiempo para perdonar y perdonarnos, para dejar atrás límites o bloqueos que no nos permitían la expresión de nuestras emociones o quiénes hemos llegado a ser. También es un alto momento de confusión política, así como lo vemos con los límites, aranceles, tecnologías y desafíos que están emergiendo entre países.
Los límites se están disolviendo, para así dar paso a nuevas formas. La oposición de Plutón en Acuario con Marte en Leo, que tendremos justo para la salida de la retrogradación de Venus, nos sugiere que algo viene a ser luego de un proceso largo de muerte y transformación.
Todo lo que hayamos dejado morir desde octubre de 2024 dará paso a otra cosa a partir de mayo de 2025, con la conjunción de Saturno y Neptuno en Aries, luego del paso de Venus directa por ahí.
Las preguntas claves de este tránsito son:
¿Dónde estoy permitiendo que viejas formas en las que concebía el sentido se vayan?
¿Qué estoy sacrificando por un futuro mejor?
¿Qué estoy dejando atrás para ser más yo en el mundo?
¿Quién era en octubre de 2024 y por qué ya no me queda bien ese ropaje?
¿Qué estoy sanando, liberando o soltando de mi vida?
¿Qué cosas me dan sentido a la vida y qué cosas ya no? ¿Qué dice eso de mí?
¿Qué relaciones estoy soltando para darle paso a otras? ¿Qué vínculos ya no me hacen sentido y por qué?
¿Qué es lo que realmente llena mi alma? ¿Qué mueve mi corazón más allá de lo material?
¿Qué cosas me inspiran? ¿Qué despierta mi creatividad hoy?
¿Qué razones encontraba para valorarme en octubre de 2024? ¿Qué valoro hoy que no veía en ese momento?
¿Qué cosas me gustan hoy que nunca pensé que me podrían gustar antes?
Donde tengas el último grado de Piscis y el primero de Aries en tu carta astral es donde verás toda la magia ocurrir. Permítete dejar atrás para construir otros modos y otras maneras de validar quién eres y tu deseo.